Lloré mucho por su muerte, aunque no sabía muy bien que era eso de la muerte, sabía que se había ido y no regresaría y eso me causaba mucha tristeza. Tenía en aquel entonces 6 años y todavía no sabía lo que significaba la muerte.
Así hasta la fecha tuve otras mascotas entre perros y gatos y luego un pollo. Era novedad para mi un pollo, pero será motivo de otro post. El caso es que los perros y los gatos son unas criaturas muy leales y cariñosas. Parece que te entienden cuando les hablas. Te miran con una ternura única en el mundo, te acompañan, te comprenden.
Los gatos si fueron muchos.
Todos ellos dejaron una marca imborrable en nuestros corazones, el mío y el de mi familia.
Benditas sean las mascotitas. Y en las mascotas pensaba hoy.
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